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Los campos eléctricos potencian el tratamiento del cáncer

Conseguir un tratamiento eficaz para el cáncer requiere la incorporación rápida de terapias innovadoras. Entre los más recientes avances se encuentran los llamados ‘Tumor Treating Fields®’ (campos de tratamiento de tumores; TTF por sus siglas en inglés); dispositivos que  aplican campos eléctricos de baja intensidad para combatir el cáncer.

Cada una de nuestras células contiene el material genético en forma de  cromosomas dentro de su núcleo, junto con proteínas necesarias para el proceso de división celular. Desde una perspectiva eléctrica, estas proteínas están entre las partículas con mayor carga eléctrica de nuestro cuerpo. A medida que la división celular comienza, los cromosomas se duplican y se alinean en el centro de la célula y dichas proteínas se juntan para formar cadenas que ayudan a separar los cromosomas consiguiendo que de una célula se formen dos nuevas células idénticas a la original. El cáncer se desarrolla cuando nuestras células se dividen rápidamente y de forma descontrolada.

Es en este proceso donde actúan los TTFs, que funcionan mediante unos electrodos que se aplican sobre la piel en el área del tumor y que están conectados a un generador de corriente que permite crear un campo eléctrico artificial que afecta a esas proteínas altamente cargadas impidiendo la formación de cadenas necesarias para la división celular. Cuando se consigue abortar la división celular de esta manera, las células malignas entran en una fase de suicidio celular llamada ‘muerte celular programada’, o forman células hijas defectuosas que no serán viables.

En abril 2017 la FDA (Food & Drug Administration) de los EEUU aprobó el uso de TTFs para el tratamiento de los tumores cerebrales de tipo glioblastoma multiforme teniendo en cuenta los resultados obtenidos por el dispositivo en ensayos clínicos. Este tipo de tumor tiene mal pronóstico con una expectativa de vida de menos de cinco por ciento a los cinco años del diagnóstico, y unas tasas de supervivencia libre de la progresión de la enfermedad de tan solo siete meses después del tratamiento inicial. Los ensayos clínicos con TTFs en combinación con quimioterapia lograron demostrar unas tasas de supervivencia global superiores a la quimioterapia sola. El tratamiento con TTFs también tiene la ventaja de poder administrarse fácilmente en el domicilio del paciente, lo cual le permite seguir con su vida sin tener que ir al hospital continuamente.

El siguiente objetivo de los investigadores es llevar los TTFs a ensayos clínicos en otros tipos de tumores como son el cáncer de pulmón, de páncreas, de ovario y de mama. También se quiere profundizar en las sinergias que se han observado entre la quimioterapia o la radioterapia y los TTFs para ver si se puede aumentar el beneficio terapéutico con la aplicación de tratamientos combinados. Es de esperar que en los próximos 10 años los TTFs pasen a ser otra opción más para el oncólogo a la hora de abordar todos los tumores sólidos que hoy día son tan difíciles de tratar.

Dr. Santiago Viteri

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