Estás aquí
Inicio > Especialistas > Nuevas armas en la lucha contra el cáncer

Nuevas armas en la lucha contra el cáncer

Blog IOR

Actualmente, conocemos que el término “cáncer” no hace referencia a una única enfermedad, sino que abarca un grupo de afecciones con distintos pronósticos y tratamientos. Gracias a la progresiva comprensión de la biología molecular del cáncer, tenemos constancia que un gran número de tumores se forman en diferentes partes del cuerpo (pulmón, mama, hígado, etc.) y pueden compartir rasgos genéticos.

De este modo, un procedimiento eficaz contra un tipo de cáncer, también se puede utilizar contra otro. Las innovaciones se están produciendo rápidamente y facilitan, en la mayoría de casos, aplicar un tratamiento concreto para cada paciente, orientado a las características propias de cada tumor.

Sin embargo, la mejora de fármacos anti-cáncer es un procedimiento largo y costoso. Los investigadores examinan continuamente nuevos procedimientos para suministrar tratamientos efectivos y que estén al alcance de los médicos oncólogos y de sus pacientes.

 

Medicamentos utilizados para otras patologías empiezan a usarse también para el cáncer
Una de estas estrategias emergentes es la reevaluación de medicamentos ya aceptados para algunas enfermedades y su “reposicionamiento” o “re-uso” para el tratamiento del cáncer. Esta orientación ha sido posible gracias a descubrir que una amplia gama de diversas enfermedades concentran orígenes genéticos comunes.

Por este motivo, fármacos eficaces contra variaciones genéticas específicas vinculadas con la diabetes, la angina de pecho o muchas otras características, ahora se investigan como potenciales terapias anti-cáncer. Por ejemplo, las estatinas son fármacos empleados para la reducción del colesterol que también en experimentos del laboratorio han demostrado potencial para inhibir la mutación genética Rac1, que impulsa el desarrollo del cáncer de pulmón no microcrítico y el melanoma.

Una amplia gama de medicamentos calificados en un origen como sedantes, antiartríticos, inmunosupresores, cardioprotectores, entre muchos otros, en un periodo breve de tiempo, podrían ser aprovechados para el tratamiento del cáncer, ampliando así de manera rápida y segura la serie de opciones terapéuticas a disposición de los médicos y pacientes.

Artículos similares

Arriba