El futuro de la lucha contra el cáncer de mama pasa hoy en día por enfoques alternativos que, en ocasiones, se pueden combinar: los tratamientos antidiana o personalizados y la inmunoterapia. Se ha abierto pues un nuevo paradigma en el tratamiento de los tumores que ya no sólo busca minimizar conocidos efectos secundarios de la quimioterapia -como son la alopecia o las náuseas- sino que potencia el sistema inmunológico del cuerpo para luchar contra determinados tipos de tumores.
Hoy en día es conocido que la “medicina personalizada” representa el cauce más prometedor en la lucha contra el cáncer. Esta se basa en la determinación de las características genéticas o alteraciones moleculares de cada tumor para ofrecer el tratamiento más adecuado a cada paciente. Una vez hecho el diagnóstico se puede ofrecer al paciente una terapia dirigida específicamente contra aquellas alteraciones moleculares que promueven el crecimiento de su tumor en particular. Se ha demostrado que estos tratamientos son a menudo más eficaces y mejor tolerados que los tratamientos tradicionales.
Los esfuerzos de los investigadores se centran en inhibir la acción de aquellas proteínas que nutren el crecimiento y avance de los tumores y les hacen mucho más resistentes a los fármacos. En los últimos 15 años los avances farmacológicos han permitido alcanzar tasas de curación del 90 al 95% en diferentes tipos de tumores de mama gracias a la aplicación de fármacos como Trastuzumab y los nuevos tratamientos hormonales. Está demostrado que la administración de medicamentos como Palbociclib y TDM1 han ampliado la esperanza de vida en caso de metástasis tumoral y, en ocasiones, han reducido los efectos secundarios del tratamiento con quimioterapia. Otros fármacos como Herceptin y Pertuzumab no solo bloquean la proliferación de proteínas cancerígenas, sino que también las marcan para que nuestro sistema inmunitario las reconozca como algo ajeno y las elimine.
Tanto los tratamiento hormonales dirigidos a atacar los conocidos en el argot como tumores Luminal A y B, como aquellos que buscan luchar contra tumores más agresivos como los Her2+ y los triple negativo están a la espera de que una nueva generación de fármacos vea la luz que permitan elevar aún más el grado de efectividad y curación del cáncer de mama.
La reciente celebración del Día Mundial contra el Cáncer de Mama ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad no sólo de adoptar unos adecuados hábitos saludables de alimentación, ejercicio y revisiones periódicas sino también la de abordar tratamientos personalizados en caso de detección de un tumor. Cabe recordar que según los datos de la Asociación Española contra el Cáncer, cada año en España se diagnostican 26.500 nuevos casos de cáncer de mama.
Aunque en el riesgo de padecer un cáncer tiene un importante papel el azar, un porcentaje de aproximadamente un 10% de los casos tienen una fuerte vinculación hereditaria. Desde el Instituto Oncológico Doctor Rosell de Barcelona se recomienda buscar asesoramiento por si fuera necesario realizar un estudio genético en familias en las que existen varios casos de cáncer de mama o de ovario, sobre todo en los casos que se producen en personas jóvenes.
