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Solo tienes una piel, protégela

Hoy 13 de junio se celebra el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel. Con la llegada del buen tiempo, ahora es un buen momento para recordar unas pautas que puedan ayudar a proteger la piel del daño que causa el sol.

Por lo general, el cáncer de piel se forma en la piel que se expuso a la luz solar, pero se puede tener otras causas, así como presentarse en cualquier parte del cuerpo. El cáncer de piel comienza en la epidermis (capa externa de la piel), que se compone de células escamosas, células basales y melanocitos. Hay varios tipos diferentes de cáncer de piel. Los más comunes son el cáncer de células escamosas y de células basales de la piel, que a veces se llaman cánceres de piel no melanomatosos. El cáncer de piel no melanomatoso suele responder al tratamiento y se extiende a otras partes del cuerpo con poca frecuencia. Aun así, resulta importante encontrarlo y tratarlo a tiempo.

El melanoma, que origina de los melanocitos, es el tipo más agresivo de cáncer de piel. Si no se diagnostica a tiempo, es probable que invada los tejidos cercanos y se disemine a otras partes del cuerpo. El número de casos de melanoma está aumentando cada año. Se estima que en España es de cinco casos por 100.000 habitantes al año. Se registran casos prácticamente a cualquier edad, aunque la mayoría se diagnostican entre los 40 y los 70 años. Aunque el autoexamen y las avanzadas técnicas de dermatología posibilitan el diagnóstico precoz de cada vez más casos, la mortalidad también crece. Aunque el melanoma representa un porcentaje muy bajo de todos los cánceres de piel diagnosticados, causa la mayoría de las muertes.

¿Son algunas personas más propensas a los daños de la piel causados por el sol?

Cualquier persona puede desarrollar cáncer de piel, pero hay algunas características que significan que las personas tienden a tener un mayor riesgo de cáncer de piel, y necesitan tener más cuidado al sol. En general, las personas que tienen uno o más de los siguientes están en mayor riesgo:

Piel que quema fácilmente
Piel, cabello u ojos de color claro o rubio
Muchos lunares o pecas
Historial de quemaduras solares
Antecedentes personales o familiares de cáncer de piel

Las personas con piel naturalmente marrón oscuro o negro queman menos fácilmente y tienen un menor riesgo de cáncer de piel, pero todavía pueden desarrollarlo.

¿Cómo me protejo de los rayos UV?

No todos los cánceres de piel se pueden prevenir, pero hay medidas que puede tomar que podrían ayudar a reducir su riesgo de padecer melanoma y otros cánceres de piel. Sea cual sea el tipo de piel que tiene, lo mejor es tomar el sol de forma responsable. Hay que recordar que se acumula la exposición cada vez que estamos bajo el sol, y que los rayos UV también pueden pasar por las nubes. Se recomienda proteger la piel de las quemaduras usando una combinación de sombra, ropa y protector solar. Simplemente mantenerse en la sombra – especialmente entre las 11:00 y las 15:00 cuando el sol es más fuerte – es una de las mejores maneras de limitar la exposición a la radiación ultravioleta. No obstante, hay que recordar que los rayos UV pueden pasar por ciertos tipos de tela, como las finas o de color claro etc. “¡Póngase, úntese, colóquese y use!” es una frase popular promovida por la Sociedad Americana del Cáncer que puede ayudar a recordar algunos de los pasos clave para protegerte contra los rayos UV:

  • ¡Póngase una camisa!

Cuanto más grande, más suelta, de color más oscuro y tejido más tupido, mejor.

  • ¡Úntese bloqueador solar!

Los protectores solares no nos protegerán por completo del daño solar, pero pueden ser útiles para proteger las partes de la piel que no podemos sombrear o cubrir. Se recomienda el uso de protectores de factor algo contra los rayos UVA y UVB, junto con sombra o ropa. Hay que aplicar una cantidad generosa del protector, re-aplicarlo con frecuencia,  después del baño o en el caso de sudar o frotar con toalla, y no caer en la tentación de pasar más tiempo en el sol porque llevamos protector: nunca debería usarse como una forma de prolongar la exposición al sol.

  • ¡Colóquese un sombrero!

Los sombreros de ala ancha o de estilo «legionario» (que tiene solapas alrededor de las orejas y la parte posterior del cuello) ofrecen la máxima protección.

  • ¡Use lentes de sol para proteger los ojos y la piel alrededor de éstos!

Deben ofrecer una protección del 100% frente a todos los rayos UV, y tener el certificado de haber superado todos los controles de la Unión Europea.

También se aconseja evitar las camas bronceadoras y las lámparas de sol, ayudar a los niños de protegerse del sol y prestar atención a los cambios de la piel.

Examina su piel a menudo. Para la detección de lunares peligrosos existe la regla del ABCDE:

  1. Asimetría de las lesiones o lesiones con formas no redondas u ovaladas
  2. Bordes irregulares o con prolongaciones
  3. Cambios de coloración
  4. Cambios del diámetro de la lesión (aumento de tamaño)
  5. Expresión de síntomas: Picor o sangrado de la lesión

Si se encuentra cualquier lesión, mancha, o lunar sospechoso – nuevo o antiguo – o si detecta algún cambio en el tamaño, forma o color de estos, acuda a su médico para una revisión de la piel.

 

 

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